Inocentes recuerdos…
A todos nos ha pasado que nuestra mamá saca de su caja de los recuerdos la pulserita, dijesito o aretes que usábamos cuando éramos niños. Se vuelve un bello momento de nostalgia y esas piezas que en algún momento solo se veían lindas en un bebé repentinamente tienen un valor que va más allá de lo que las palabras pueden expresar.
Algunos vuelven a usar esas piezas otros las pasan a sus propios hijos pero siempre serán un bello recuerdo de la infancia.
Con el día del niño acercándose recuerdo que cuando era niña solía llegar muy emocionada a casa de mi abuela e ir directo a buscar sus joyas. Me las ponía todas y actuaba como si fuera modelo sintiéndome adulta. Este es mi recuerdo de mi infancia es muy especial y pienso que todos o al menos todas tienen uno que nunca olvidarán.